Historia del Ayurveda

La palabra Ayurveda proviene del Sánscrito y significa ‘conocimiento o ciencia de la vida’. Tiene profundas raíces en la filosofía relativa al hinduismo y en la espiritualidad. Sin embargo, el Ayurveda es de un valor práctico inmenso para todos.

“Ayurveda es el conocimiento que indica lo adecuado y lo inapropiado, el bienestar o las condiciones lamentables de vida, lo que promueve prosperidad o infelicidad para la longevidad, así como la medida de la vida misma.”  Charaka Samhita I. 41.

 Es pues un sistema terapéutico natural, tradicional y holístico, es decir no se trata sólo el síntoma del malestar sino su causa y la relación del síntoma con el estado emocional y mental del paciente y la relación con su entorno, su clima, su medio, sus hábitos, su dieta…. Sin embargo, hasta aquí no hay nada nuevo, pues otras terapias se asemejan en la forma de entender y comprender el individuo.

El Ayurveda aporta el concepto de Prakruti o constitución individual, que caracteriza nuestro físico, nuestra mente y nuestro espíritu a través de los tres Doshas o bioenergias llamadas: Vata, Pitta y Kapha.

El Ayurveda evolucionó en la India entre los años 3.000 y 1.500 antes de Cristo. Floreció alrededor de los valles de los ríos de la India. La gran civilización hindú que floreció se encontraba entre las cinco civilizaciones notables contemporáneas: Egipto, Sumeria, Perú y China.

De estas cinco civilizaciones la hindú es la menos conocida ya que son reducidos los escritos que sobrevivieron al paso del tiempo. La cultura hindú era compleja y sofisticada. En palabras de Sir Montimer Wheelew: “La cultura hindú fue quizás el experimento político más extenso antes de la llegada del Imperio Romano”.

Las ciudades hindúes comprendían un área total cercana a las 500 millas cuadradas. La civilización desarrolló un elegante sistema de escritura pictográfica, un standard bastante exacto de medida y destrezas avanzadas en la arquitectura. Los planes de la ciudad de Mohenjodaro y Harappa nos muestran un área de 6 a 7 millas cuadradas que albergaban a una población de 50.000 personas con un sistema bien planeado de drenaje y cloacas.

La sabiduría, profundidad y sobre todo la gran utilidad práctica del Ayurveda nos habla de esta rica civilización de la cual proviene.

Los Rishis o sabios iluminados de la antigua India, meditaron en cuevas oscuras de los Himalayas estudiando la naturaleza y sus manifestaciones en diversas formas y al universo como un todo. Allí ellos concibieron y formularon los principios básicos del Ayurveda. El universo está formado por cinco elementos llamados ‘Panchamahabhoota’.

Ellos son:

Prithvi (o Tierra),

Apa (o Agua),

Teja (o Fuego),

 Vayu (o Aire),

Akash (o Eter).      

Estos cinco elementos se consideran manifestaciones de lo Divino. Todo en el universo está constituido por estos cinco elementos y la llave de la salud consiste en balancearlos.

Estos Rishis o sabios de la antigüedad se reunieron para compartir su conocimiento y apoyar sus esfuerzos por la vida para erradicar la enfermedad de todos los seres vivientes.

Ellos se unieron en meditación para encontrar las respuestas a sus preguntas.

Las historias indias tradicionales nos cuentan que el  Rishi Atreya apoyado por Agnivesa, Bhela, Jatrurna, Parashara, Harita y Ksharapani formularon en conjunto los principios del Ayurveda.

El Ayurveda enfatiza que los seres humanos son parte integral del universo y mantienen una responsabilidad frente al mismo.

El balance de los cinco elementos está dentro de nosotros mismos y el universo es significativo en este sentido. De hecho, el Ayurveda proclama que “el hombre es el “microcosmo y la naturaleza el macrocosmo”.

El conocimiento del Ayurveda fue transmitido oralmente de generación en generación a través de versos conocidos como  Vedas.

Esta práctica continuará hasta que el hombre aprende a escribir. Por esta razón, aún hoy, el período de su origen sólo puede ser estimado.

El Rig  Veda, el más antiguo de los Veda conocidos, tiene aproximadamente 4.500 años. En sus 128 himnos describe 67 hierbas.

El Atharva Veda fue creado hace 3.200 años y arroja más luz sobre los orígenes de esta medicina.

El primer texto médico “Charaka Samhita”, fue escrito por el gran gurú del Ayurveda Charaka en el Punjab de la India hacia el año 700 antes de Cristo.

El “Charaka Samhita” contiene información extensa sobre la práctica de la medicina en general y el uso de las hierbas para el tratamiento.

Casi un siglo después, otro de los grandes académicos,  Sushruta, escribió en Benares el “Sushruta Samhita”.

Este libro se centra en la práctica de la cirugía de su tiempo.

Tanto el texto de Charaka como el de Sushruta se continúan enseñando hoy a los estudiantes de Ayurveda.

El Ayurveda floreció durante el reinado del Emperador Ashoka, El Rey indio que logra establecer uno de los grandes imperios varios siglos antes del nacimiento de Cristo. En el cenit de su poderío, Ashoka renunció a la violencia y su reino adoptó el Budismo. El Ayurveda, junto a la medicina Budista del Tibet y parte de la medicina China fueron revitalizados por Ashoka. Durante este tiempo la práctica del Ayurveda llegó hasta el Japón e Indonesia.

Durante los primeros siglos después del nacimiento de Cristo, los hermanos Vagbhatas contribuyeron su gran trabajo sobre el Ayurveda revisando el trabajo de Charaka y Sushruta en sus libros “Astanga Samgraha” y “Astanga  Hridaya.”